Cuando se está buscando una vivienda el precio es uno de los factores determinantes. Una buena oportunidad puede ser comprar una casa de herencia. Pero para que la operación salga bien es muy importante tener en cuenta una serie de cuestiones.
Ventajas de un inmueble de herencia
Una de las mayores ventajas de comprar una casa de herencia es su precio. En muchos casos, cuando los herederos deciden vender la propiedad que comparten la urgencia por zanjar el tema y disponer cada uno de su parte les empuja a poner un precio competitivo.
El objetivo es atraer rápidamente a los compradores y así evitar los problemas que supone gestionar una vivienda con varios copropietarios.

Compra segura
Para que comprar una casa de herencia sea una operación segura y rentable es muy importante contemplar una serie de cuestiones.
Ante todo no hay que dejarse llevar por las prisas. Puede que el precio de venta de la casa resulte tan atractivo que nos dé miedo perder la oportunidad que se nos presenta y esto haga que no prestemos atención a algunos detalles.
Pero esto puede salirnos muy caro. Para evitar sorpresas desagradables, no hay que bajar la guardia.
Consejos para comprar una casa de herencia
Uno de los mayores riesgos al comprar una casa de herencia es que puede estar sujeta a varias limitaciones, como por ejemplo que aparezca un heredero con mayor derecho de compra.
En España la Ley Hipotecaria trata de proteger los derechos de un comprador de buena fe. Para ello existe el llamado principio de fe pública registral que preserva los derechos del comprador y mantiene su adquisición una vez que se haya inscrito su título.
Sin embargo, este principio tiene validez limitada si la compra se realizó a alguien que la heredó de sus padres, hermano, tío, pariente o amigo. Si es así, durante dos años después del fallecimiento del dueño de la casa no se disfruta del principio de fe pública registral.
Para que comprar una casa de herencia vaya sin problemas es recomendable:
1. Comprobar que todos los herederos están de acuerdo en vender
2. Verificar que los herederos han inscrito la propiedad en el Registro
3. Que se hayan pagado todos los impuestos
4. Saber si nos asiste o no el principio de fe pública registral
5. Comprobar que no hay usufructuarios
6. Que no haya ningún heredero viviendo en la casa