Proindiviso, herencia…ahora no tenemos la cabeza para pensar en eso

La crisis del Covid-19 ha cambiado nuestra forma de vivir, sin embargo la vida continúa. A pesar de lo doloroso de la situación hay que abordar situaciones como el proindiviso y herencia.

La crisis sanitaria que estamos viviendo está dejando una cifra de muertos muy elevada en nuestro país. Es una situación muy dolorosa y lamentable, pero a pesar del duelo hay que afrontar lo que supone para las familias. 

Herencias

Como estamos viendo día a día, por desgracia una consecuencia del coronavirus es un incremento de fallecidos y por consiguiente de herencias. Dentro de las peculiaridades de cada situación una de las más comunes es la de un proindiviso y herencia. 

Aunque proindiviso y herencia es un tándem común que no es ajeno a la mayoría de las personas, las implicaciones concretas no suelen estar muy claras. 

Lo primero que hay saber es que proindiviso es un término jurídico que hace referencia al derecho de la propiedad sobre un bien. Esto quiere decir que una persona ostenta el derecho de propiedad sobre un bien, pero solo de manera parcial porque la titularidad está compartida con otra u otras personas. 

En resumen, un proindiviso en herencia quiere decir que hay una copropiedad sobre el bien, es decir un condominio. 

proindiviso herencia

Situaciones en las que hay proindiviso

Las situaciones más habituales en las que se da un proindiviso y herencia es ante un divorcio y ante el fallecimiento de los padres u otros parientes cercanos.  

En el caso del fallecimiento de un familiar y ante la herencia de, por ejemplo un piso o un edificio, el proindiviso quiere decir que la propiedad del bien se reparte entre los herederos pero sin especificar qué parte es de cada uno. 

Consecuencias de un proindiviso y herencia

El principal problema que puede aparecer ante un proindiviso es que uno de los propietarios quiera vender. Al estar la titularidad repartida entre más persona no tiene la última palabra, pero esto no quiere decir que la venta de su parte se anule. 

Desde el Derecho Romano ya se contemplan diferentes fórmulas para disolver una comunidad. Cuando el bien proindiviso no tiene opción de dividirse en partes proporcionales la relación puede resolverse de mutuo acuerdo. Por ejemplo, si un propietario quiere vender su parte puede hacerlo a otro de los propietarios a cambio de una compensación y también se puede vender a un tercero. 

El problema surge cuando no hay acuerdo. Ante esta situación se puede pedir la división de cosa común con la que se procede a la venta en pública subasta y reparto del dinero entre las partes.